Historia
Pontificia, Venerable e Ilustre Hermandad de Nuestra Madre y Señora de la Soledad y Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo.
Frente a la muralla del antiguo Jerez y más concretamente, a la torre albarrana que sirve de esquina entre las calles Por-vera y Ancha, se funda en el año 1543 el convento de Padres Mínimos de San Francisco de Paula, con el nombre de Monasterio Virgen de la Victoria.
Este nombre se lo dan los monjes mínimos a todos sus monasterios, inclusive ellos mismos se definen como monjes victoriosos y monjas victorias. Hoy en día en Jerez, aún existe una calle llamada “Monjas Victoria”. Estos monjes eran unos fervorosos propagandistas de la devoción a la Virgen de la Soledad y en numerosos monasterios de la Orden, se hallarán por ello, con cofradías erigidas bajo el título de la Soledad.
La Hermandad se funda el 6 de mayo de 1564 con el título de Virgen María de la Transfixión y Soledad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, por fieles devotos que no dudan en constituir una cofradía con profundo espíritu de piedad y devoción. Desde sus primeros tiempos poseyó el carácter penitencial, junto con el propio de recogida de cadáveres y la asistencia a los ajusticiamientos. Este carácter, que la destaca de casi todas las Cofradías de aquellos tiempos, es marcado y aparece claramente en sus Estatutos. En sus primeros tiempos, la Cofradía de la Soledad, adquirió gran esplendor en la ciudad, y, hasta 1685 la Cofradía continuó en la línea de realización marcada en sus primitivos Estatutos. En esta fecha, se le prohibió recoger cadáveres, así como la asistencia a los ajusticiamientos, tras largos pleitos con la Hermandad de la Caridad.
Al poco tiempo de su creación, la Comunidad de Mínimos donó en propiedad a sus hermanos la primera de las Capillas del templo, donde se depositaron las imágenes. Pasado cierto tiempo, pidieron a la comunidad conventual la donación de la Capilla inmediata a la puerta del templo, así como de un hueco en la torre para la construcción de la Sacrístia.
En sus primeros actos procesionales se llevaba un paso con los símbolos del Descendimiento, es decir, la cruz con los sudarios y a los pies de ella la imagen de la Soledad con una corona de espinas en las manos.
La exclaustración general de las Órdenes Religiosas provocó la caída parcial de la Hermandad. En el año 1835 se aprobaron sus nuevas reglas, tras su reorganización. La aprobación de sus nuevos Estatutos tuvo lugar el 2 de marzo de 1895, consiguiendo el título de Pontificia. En ese mismo año se reanudó el desfile procesional.
En 1916, debido a unas reparaciones en su templo, salió de la Parroquia de Santiago, volviéndolo a hacer de nuevo en el periodo comprendido entre 1920 y 1923.
De acuerdo con sus reglas aprobadas, salía en procesión a las seis de la tarde del Viernes Santo. Esta procesión a lo largo del tiempo cerraría los desfiles procesionales de la Semana Santa de Jerez, pues se entendía que representaba el misterio posterior al entierro de Cristo.
Esta Hermandad es una de las tres que en la Semana Santa de Jerez, procesionaba al principio sólo con el paso de palio, y no sería hasta el año 1958, cuando, con una gran expectación en Jerez, procesionó por primera vez el paso de misterio, que venía precedido de la fama de ser el de mayores dimensiones, no sólo por sus andas sino también por el número de figuras que componían el misterio.
En los primeros años del siglo XXI, la hermandad ha celebrado diversas efemérides, como por ejemplo, el bicentenario de la imagen actual de la Virgen de la Soledad, en el año 2003; el cincuentenario del grupo escultórico del paso de misterio, en 2007, y más recientemente, en octubre de 2014, la hermandad celebró su 450 aniversario fundacional, otorgándole el Consistorio Jerezano la medalla de oro de la ciudad de Jerez.